Acro™ S-2
19.11.2021
"Después de un breve descanso, un poco de café y muchas risas felices, llegó el momento de un nuevo desplazamiento."
Batida de caza en el corazón de Sörmland
Conozca a Marcus Tyrén, cazador apasionado y fan de Aimpoint.
Cuatro amigos planearon una pequeña batida de caza en el corazón de Sörmland. Los coletazos del verano me lo recordaron y los ánimos estaban en todo su apogeo. Una batida de caza con solo cuatro cazadores puede no parecer gran cosa, pero puede ser muy eficaz, sin duda alguna. Hay menos movimiento en el bosque y los perros pueden trabajar con más tranquilidad con las presas.
Dos de nosotros fuimos como perreros con cada perro, y el cuarto hombre y yo nos quedamos preparados en el mejor puesto del coto de caza. Mi primer puesto fue en un pequeño acantilado junto a un campo. El sol brillaba y tuve que subir mi punto rojo al nivel de brillo 9 para tener un punto claro en la tímida luz del sol de la mañana. No pasó mucho tiempo antes de que los ladridos de los perros resonaran en el bosque y, poco después, una hembra de ciervo rojo acompañada de una cría salió al borde del bosque. Echaron a correr a lo largo del campo, a unos 80 metros de distancia. Mi Blaser R8 estaba amartillado, me balanceé y disparé. La cría cayó sobre sus pasos y la hembra siguió corriendo y abandonó el coto de caza. ¡El día no podía comenzar mejor!
Después de un breve descanso, un poco de café y muchas risas felices, llegó el momento de un nuevo desplazamiento. En esta ocasión elegí un puesto al lado de un área de corte abierta. El terreno era accidentado con muchos tocones y rocas grandes. Era un puesto muy bonito, pero como siempre, dudaba que las presas se aventuraran a las superficies abiertas. Pero mis preocupaciones enseguida resultarían ser injustificadas, porque habría mucha acción. Los perros encontraron un alce macho justo al lado de una plantación de abetos. Varios de nosotros vimos al alce, pero por desgracia no era legal. También vislumbramos un montón de jabalíes, pero tuvimos la mala suerte de que se escabulleron con uno de los perros justo a su zaga.
Los perreros hicieron un buen trabajo y provocaron mucho movimiento en la zona, y cuando se ralentizó la batida y me dispuse a parar, uno de los perreros avisó de que había ciervos comunes en mi dirección.
Mis sentidos se reactivaron y rápidamente me preparé y comprobé el punto brillante de la mira Aimpoint, para que todo siguiera perfecto. No mucho después, oí romperse una ramita en el linde del bosque y un magnífico ciervo común avanzaba por el área abierta, directamente hacia mi puesto. Ahora solo tenía que quedarme quieto y esperar a que se expusiera más. La espera se hizo eterna, pero finalmente el ciervo se dio la vuelta y apreté el gatillo. El disparo fue bueno, pero el ciervo, movido por su adrenalina, corrió unos 60 metros antes de desplomarse al suelo. Y fue con alivio que me volví junto con mis amigos para decirles que acababa de abatir una pieza de 12 puntas.
Es en cacerías como esta, con gran variedad de situaciones y presas en movimiento, donde realmente sobresale la mira de punto rojo. Poder disparar con los dos ojos abiertos, con un control total del entorno mientras uno se concentra en las presas, es una gran ventaja. Me encantan las batidas de caza con perros, y disparo alrededor del 90 % de todas mis presas durante la temporada con mi Aimpoint Micro H-2, y no dejo de decir que es una mira increíblemente buena cuando se trata de situaciones rápidas.
A día de hoy, el cráneo del ciervo está hervido, blanqueado y montado en la pared. Un ejemplar de 12 puntas que, si no hubiera sido un auténtico luchador durante el celo, habría conservado una de sus puntas derechas y habría sido un ejemplar de 13 puntas. Sin embargo, es un verdadero trofeo de ensueño y un recuerdo de un día de caza que nunca olvidaré.
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