Acro® S-2
1.10.2021
"Estaba encantado y me sentía afortunado de formar parte de esta aventura. Esa noche celebramos una experiencia de caza muy satisfactoria. Siempre guardaré un buen recuerdo de esta cacería de jabalíes en Bulgaria."
Caza de jabalí en Bulgaria
Día 1 - Una experiencia alucinante
A principios de noviembre de 2017, volé a Dubái y, tras perderme en el aeropuerto, me subí finalmente a un avión y me dirigí a Sofía, Bulgaria. Solo tenía una cosa en mente, mi misión: cazar jabalíes. Al llegar al mediodía, la temperatura era de 13 grados. Participaron bastantes cazadores de todo el mundo. Nos trasladaron desde el aeropuerto hasta el hotel que había sido organizado para alojarnos.
Al día siguiente nos trasladaron en autobús a un campo de tiro situado entre colinas rocosas y bosques. La ligera niebla en el aire ofrecía unas vistas impresionantes del paisaje. Cada cazador estaba equipado con un 30-06 Merkel Helix RX Speedster con una mira de punto rojo Aimpoint®.
Esa misma tarde viajamos todos en autobús a nuestro destino de caza, a unas dos horas de distancia. Cada segundo del viaje fue una experiencia alucinante para mí, ya que me encanta explorar estilos de vida diferentes a los que estoy acostumbrado en Sudáfrica. Esa noche me acosté tarde, pero mis altos niveles de adrenalina me impidieron conciliar el sueño. ¡Estaba demasiado emocionado y con ganas de vivir la aventura del día siguiente! Cazar jabalíes: ¡mi tan ansiado sueño estaba a punto de hacerse realidad!
A la mañana siguiente todos se levantaron temprano. Se señalaron algunas normas de seguridad a todo el equipo para garantizar una cacería segura para todos. Me castañeaban los dientes, tenía las manos entumecidas y un viento cortante me recorría el cuello, pero eso no iba a distraerme de la aventura que me aguardaba... Apenas podía controlar mi emoción. Me puse nervioso al darme cuenta de que tenía que estar preparado si percibía algún movimiento procedente del bosque. Si un gran jabalí aparecía de repente, solo tendría unos segundos para actuar y tendría que apuntar al blanco para garantizar un tiro mortal.
Más tarde salimos a una zona de caza que abarcaba bosques, colinas y llanuras de hierba. Todos estaban colocados a 100-150 m de distancia unos de otros y disparaban en la misma dirección. Poco después escuché a los perros ladrar y supe que la caza había comenzado. Al mirar mi reloj GPS, pude ver que los perros avanzaban en una dirección para perseguir a unos jabalíes.
De repente, un fuerte ruido por detrás me sobresaltó. Me di la vuelta rápidamente y vi a otro jabalí alejándose de mí. Situándome aproximadamente un pie por delante de la bestia, apunté y disparé. Este jabalí también cayó, dejando un rastro de polvo en el aire. Me quedé totalmente asombrado. No podía creer lo que acababa de pasar. Abrumado por la alegría de haber disparado a dos jabalíes en muy poco tiempo, me puse a saltar de alegría. Poco después dijeron "la batida ha finalizado", lo que significaba que la caza se había suspendido, y nos dieron a todos la oportunidad de recoger los jabalíes que habíamos cazado y trasladarlos más cerca de la carretera, donde un camión los recogió. A esas alturas ya había oscurecido; todos estaban cansados, pero a la vez impresionados por la cacería. Finalizamos el día celebrando nuestros logros mientras disfrutábamos de una maravillosa cena.
Día 2 - Una aventura de caza
A la mañana siguiente se siguió un procedimiento similar al del día anterior. Ante todo, la seguridad, y después nos trasladaron a otro lugar de caza. Una vez más, la niebla cubría la mayor parte de la zona y la visibilidad era limitada. Por alguna razón desconocida, tenía la extraña sensación en mi interior de que algo iba a salir mal. Sin embargo, por los nervios y la excitación, volví a adoptar mi posición.
Los disparos a mi alrededor, por todas partes, sonaban como si se hubiera declarado la guerra a los jabalíes en el bosque. Un labrador negro que venía por el camino desapareció entre un grupo de árboles. El bosque era denso, apenas podía ver 30 m por delante de mí. El perro ladraba de forma continua y feroz, muy agitado y agresivo. Minutos después también aparecieron otros dos perros. Oí el ruido de unas pisadas a través de los arbustos; un momento después, ¡un monstruoso jabalí salió disparado hacia mí! Con la bestia casi encima, ¡me di cuenta de que me había metido en un buen lío! En modo de ataque estos tíos son extremadamente peligrosos. Levanté mi rifle y justo cuando estaba a punto de disparar, el labrador se lanzó a su encuentro y cruzó mi línea de fuego. Super que había perdido la oportunidad de disparar. Tuve que quitarme de en medio rápidamente y, saltando hacia un lado para evitar el choque, pude librarme del jabalí por unos pocos centímetros. Volví a girar el rifle, pero ya era demasiado tarde. La bestia había desaparecido entre la espesura. Me sentí a la vez decepcionado y aliviado... Sí, el labrador había estropeado mi oportunidad, ¡pero estaba verdaderamente agradecido de estar vivo! ¡Ese keiler podría haberme atravesado fácilmente con sus colmillos y haberme servido como una brocheta!
La caza siguió después de comer y todos llegaron a sus nuevas posiciones en diferentes lugares de caza. Esperamos impacientes la aparición de los jabalíes, pero en ese preciso lugar no vimos ninguno. La niebla se extendía perezosamente sobre el bosque y difuminaba suavemente el paisaje. El paisaje brumoso de árboles, montañas y arroyos parecía surrealista y creaba una atmósfera inquietante. Poco después, mi ojo vio un keiler. No había ninguna oportunidad de disparar, pero de repente el cerdo, que ahora se encontraba a unos 80 m de mí, empezó a correr hacia el bosque. Siguiéndolo con la mirada, conseguí disparar justo antes de que desapareciera entre los árboles. Supe que había sido un buen disparo. Sin embargo, el keiler no cayó allí mismo como los otros dos que había disparado antes. Tuve que esperar a que se interrumpiese la caza para poder recuperar el jabalí.
Fui al lugar donde le había disparado, sin estar del todo seguro de que fuera el lugar correcto, ya que el bosque puede ser muy engañoso. Seguí un rastro de sangre en las hojas que cubrían el suelo del bosque, lo que me llevó hasta el keiler. Había caído a menos de 40 m de donde le había disparado. Lo arrastramos al lado de la carretera y le hicimos fotos.
Estaba encantado y me sentía afortunado de formar parte de esta aventura. Esa noche celebramos una experiencia de caza muy satisfactoria.
Siempre guardaré un buen recuerdo de esta cacería de jabalíes en Bulgaria.
Para mí no fue solo un viaje de caza, ¡fue una aventura de caza!
¡Una oportunidad maravillosa
¡Una experiencia única!
Lea más de nuestras historias
Entra en un mundo lleno de aventuras y experiencias de caza leyendo una de nuestras historias. Ya sea que busques inspiración, información o simplemente quieras saber más sobre la caza, este es el lugar donde la encontrarás. Ven en un viaje a nuestro mundo.